20 de junio de 2011

Día Mundial del Refugiado

El día de hoy, 20 de junio, celebramos el Día Mundial del Refugiado. Recordamos a todos los seres humanos que se han visto obligados a abandonar su lugar de origen, en razón de que sus derechos fundamentales son amenazados o, incluso, han sido vulnerados.

Antecedentes:
Es recordado el espíritu invencible de quienes han buscado en otro territorio un hogar temporal o muchas veces un hogar permanente. Extendemos nuestro respeto a quienes se ven obligados a cruzar fronteras internacionales para proteger su propia vida y defender su libertad; una decisión dolorosa y difícil, pero acompañada por la esperanza de encontrar en ese otro país, la oportunidad para empezar una nueva vida.
La magnitud y la intensidad del movimiento de personas en el mundo no tienen precedente. La gran mayoría deja sus lugares de origen en busca de mejores oportunidades de vida; sin embargo, muchas otras no tienen opción alguna.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados estima que hoy en día, hay casi 15 millones de refugiados en el mundo, quienes viven al amparo de naciones generosas que les han otorgado protección.
En algunas partes del mundo subsisten las causas que originan el desarraigo forzado. Los flagelos de la guerra, del odio y de la persecución, por desgracia, no son cosa del pasado. Estos hechos representan un agravio profundo a la humanidad, pues ningún país, ningún Gobierno, ninguna sociedad, tiene derecho a violentar la vida humana y a atentar contra su dignidad.
Por el contrario, toda forma de organización social, económica y política, debe propiciar y promover  la vida humana, creando condiciones para su desarrollo y fomentando valores humanos fundamentales como lo son la tolerancia, el respeto al otro, la solidaridad y la fraternidad. 

Avances:
México le apuesta a los valores de la democracia, a la legalidad y al respeto irrestricto de los derechos humanos, a lo largo de los años se ha distinguido por ser un país incluyente y solidario, con una sociedad que es vista desde afuera como un buen destino en donde rehacer sus vidas.
Se está trabajando con esfuerzo constante y sólido para perfeccionar el marco jurídico, instituciones y políticas públicas, para que la vocación humanista del Gobierno se concrete en mejores condiciones para la vida y el desarrollo de los refugiados.
Se han establecido procedimientos expeditos, conforme a derecho, para el análisis de las solicitudes de refugio, salvaguardando en todo momento los derechos humanos de los solicitantes.
Asimismo, se garantiza la cabal comprensión de los refugiados, a través de servicios gratuitos de traducción en más de veinte idiomas y dialectos, así como el pleno respeto al contexto cultural y a la edad y género del solicitante.
En colaboración con otras dependencias e instituciones como el Sistema DIF y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, entre otras, que conforman la Mesa de Diálogo Intersecretarial sobre Niños, Niñas y Adolescentes Migrantes No Acompañados, y bajo el liderazgo de la Licenciada Margarita Zavala, se ha adoptado un modelo ejemplar de atención a la niñez refugiada, que ha dado frutos gracias a la participación comprometida de instituciones privadas como Casa Alianza, la Fundación Pro Niños de la Calle, el Instituto Infantil Guadalupano y muchas otras.
Se han puesto en marcha también, mecanismos de colaboración con entidades federativas, para atender las necesidades primordiales de los refugiados, como el ejercicio del derecho a la salud y a la educación.  En este sentido, en junio de 2009 se firmaron las Bases de Colaboración para la incorporación de refugiados como beneficiarios del Seguro Popular.
Por lo que hace a la educación, en agosto de 2009, se suscribieron las Bases de Colaboración con la Secretaría de Educación Pública, a fin de formalizar el mecanismo para el ingreso de niños refugiados a escuelas, así como para obtener la revalidación de sus estudios.
De igual forma, el año pasado se firmaron Bases de Colaboración para flexibilizar los requisitos de legalización de certificados de estudios superiores, que los refugiados hayan realizado fuera del territorio nacional.
En abril de 2010, se formalizó un mecanismo con el Centro de Educación para Extranjeros de la UNAM, a fin de permitir el acceso de refugiados a los cursos que se imparten en dicho centro educativo, para aprendizaje del idioma español, la historia y cultura de México.
Por otro lado, en lo referente a la búsqueda de soluciones duraderas como la integración o naturalización, se impulsa la integración de refugiados a la sociedad mexicana, mediante la capacitación laboral y la inserción a programas de Gobierno en materia de asistencia social.
Además el resaltar el gran paso que el Estado Mexicano dio al crear la Ley sobre Refugiados y Protección Complementaria.
Desde el 28 de enero del presente año, México cuenta con un Marco Jurídico especializado que establece estándares de protección en favor de extranjeros que requieren de la protección del Estado mexicano, y que garantiza el respeto de sus derechos y libertades fundamentales.
Esta adecuación y modernizaciones jurídicas permiten que México se sitúe entre las naciones vanguardistas en lo que al Derecho Internacional de los Refugiados se refiere. Así mismo, se refuerza el cumplimiento cabal de los compromisos internacionales, conforme a lo dispuesto por los ordenamientos universalmente aceptados en el ámbito de los derechos humanos.
El nuevo marco jurídico en materia de refugio fortalece la política de asilo y refugio de México fundada en una vocación solidaria, y congruente con principios reconocidos universalmente como la no discriminación, la no devolución, la no sanción por ingreso ilegal, la confidencialidad, el respeto a la unidad familiar y el interés superior de la infancia.
Con la reciente Reforma Constitucional en Materia de Derechos Humanos, se establece en la Carta Magna, en el artículo 11, el derecho de solicitar asilo o a recibir refugio por causas de carácter humanitario.
Esta reforma constitucional y la Nueva Ley de Migración, garantizan la protección de los extranjeros que estén dentro de nuestras fronteras nacionales y enfrenten persecución o teman por su vida.
El Gobierno mexicano tiene plena convicción de que el derecho a pedir asilo es un derecho humano fundamental. A través de su ejercicio, quienes llegan a este territorio, tienen acceso a una protección efectiva que les permite reconstruir sus vidas, ampliar sus capacidades laborales, aplicar sus conocimientos académicos, así como tener acceso a servicios básicos como la salud, la educación y la alimentación.


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