20 de mayo de 2012

Mensaje de Josefina Vazquez Mota en relación al activismo estudiantil en México

(Versión estenográfica del mensaje a los medios de comunicación de la Candidata del Partido Acción Nacional a la Presidencia de la República, Josefina Vázquez Mota)

Quiero agradecer, en primer lugar, la presencia de ustedes, los medios de comunicación y al mismo tiempo reconozco la presencia de los liderazgos que me acompañan aquí esta mañana, candidatos, candidatas, pero también funcionarios públicos que con respeto irrestricto a la ley hoy están aquí ejerciendo su derecho político, su derecho ciudadano, al presidente estatal de nuestro Partido.

Y quisiera compartir con ustedes el siguiente texto, que es mucho más que eso. Es una convocatoria a millones de mexicanos; es una convocatoria a mujeres, a hombres, a jóvenes, a adultos mayores, a los migrantes que han reclamado por años su derecho político de participar, de tener voz, voto y foto, como me lo han expresado.

Estamos en momento se definiciones y, por lo tanto, les comparto lo siguiente: El día de hoy estoy en Sinaloa, la tierra del Maquío, que movió las almas y los corazones de México y de millones de nosotros.

Ayer recordé, justamente en Michoacán, en Morelia, el espíritu de Maquío, que dio voz a los ciudadanos, que se enfrentó a la falta de acceso a la información, que conquistó plazas y calles.

Me sorprende muchos que algunos medios como Milenio, entre otros, me hayan privilegiado hoy, domingo, con sus primeras planas. Desgraciadamente lo hacen equivocadamente, atribuyéndome a mí la convocatoria a las marchas que cientos de miles de jóvenes mexicanos hicieron libremente en toda la República el día de ayer.

El día de ayer convoqué a las mujeres que me acompañaban en Morelia a retomar la experiencia y el liderazgo de Maquío, salir a las plazas públicas a tomar estas calles de manera civilizada, con apego a la ley, para mover las almas; para contagiar a otros que del espíritu de futuro y de la convicción ciudadana; para defender lo que hemos construido hasta ahora con tanta responsabilidad y para seguir adelante.

En ningún momento me expresó en un sentido contrario. Maquío movió las almas y yo hoy es momento de volver a retomar este ejemplo y este liderazgo de Maquío.

Como yo, muchos mexicanos salimos a ese liderazgo de Maquío, muchos salimos buscando este México de justicia, de libertad y de democracia.

Por vera primera yo salí a las calles y lo seguía al Zócalo de la Ciudad de México y caminaba al lado de Reforma o bien por las Torres de Satélite. Esto es lo que convoqué a hacer el día de ayer.

Por lo tanto, creo que es el momento de reconocer el despertar de la juventud mexicana. Es ofensivo que manipulan algunos hechos, lo que legítimamente les pertenece a todos los jóvenes de México.

Celebro las marchas y coincido en las demandas de equidad de información sin manipulación. Las marchas, que como ayer se expresaron son con apego a la ley y son también el reflejo de lo que los jóvenes quieren y exigen de la clase política y de México. El poder es de la gente; México ya es diferente. Estos jóvenes son libres y no necesitan que nadie les diga lo que tienen que hacer.

El poder es de la gente. México ya es diferente.

México gana cada vez que un ciudadano se expresa libremente y más aún en este caso, porque es un llamado joven.Son los jóvenes quienes están alzando la voz y ello refleja una generación fresca, con fuerza; una generación viva que quiere participar en la construcción de un mejor México.

Los jóvenes han manifestado de forma inteligente y pacífica sus preocupaciones e inquietudes. Por ello desde esta tierra del Maquío quiero dar mi reconocimiento a todos los jóvenes que han alzado la voz en las redes sociales y también en los espacios públicos.

Jóvenes, por ejemplo, que han mostrado su solidaridad unos con otros en alusión a la solidaridad que han dado estudiantes de otras universidades a otros estudiantes, como la Iberoamericana, entre algunos otros.

Estos hechos tienen la legitimidad y la fuerza de la juventud.

Soy respetuosa de sus expresiones y les reitero mi reconocimiento.Es una manifestación espontánea y natural que debe ser respetada y cuidada.

Por ello ningún político debe de lucrar con las expresiones libres de los jóvenes. Yo no lo haré y pido a mi Partido y sus miembros que tampoco lo hagan. También invito a los otros candidatos a que se abstengan de hacerlo. Pido de manera particular al Candidato del PRI y a su equipo, que no busquen descalificarlos e ignorarlos. No basta con respetar sus expresiones; es momento de escucharlas.

Los jóvenes de hoy tienen dos ventajas frente a mi generación. En mi época nos organizábamos en las plazas públicas, siempre bajo la amenaza latente de ser reprimidos.

Hoy ustedes tienen libertad y cuentan con herramientas como las redes sociales, que les permiten conocerse, organizarse y activarse.

Esas son las nuevas plazas públicas de su generación y desde allí están impulsando los cambios que México necesita. La mayoría de los jóvenes no vivieron el régimen autoritario que reprimía las voces; sin embargo, saben que no quieren que esto vuelva a suceder.

Las decisiones que tome quien gane la Presidencia de la República determinará, sobre todo, el futuro de estos jóvenes, quienes conforman la nueva generación. Por ello es indispensable no sólo escucharnos. Sus inquietudes y necesidades deben marcar el rumbo de las políticas públicas del próximo gobierno. Como Candidata a la Presidencia de México tengo el firme compromiso de seguir escuchándolos con absoluto respeto y seriedad.

Estoy convencida de que el talento y la energía de los jóvenes es el motor de este país. Una vez más, felicito a los jóvenes por expresarse. México necesita de sus voces. Yo seguiré escuchando y estaré atenta a sus
inquietudes, y sobre todo a sus propuestas y reclamos.

La elección del 1º de julio sí implica definiciones y decisiones. Hay diferencias, y sí importa por quién votan los ciudadanos: Entre quienes están aliados con los líderes sindicales corruptos y que viven en el abuso y el privilegio; y, por el contrario, entre quien como yo nunca me he rendido ante ellos y no les debo nada.

Entre quienes tienen compromisos de años con los que viven de prebendas y privilegios; y, por el contrario, entre quien como yo soy libre porque no les debo nada. Entre quienes son aliados de gobernadores que ponen en riesgo la tranquilidad económica de las familias con elevadas deudas de gobierno; y, por el contrario, entre quienes como y muchos de ustedes podemos garantizar una conducta responsable para crecer a partir de la estabilidad y la baja inflación.

Entre quienes han entregado los espacios a grupos que lucran con las demandas de la población y se enriquecen con obras; y, por el contrario, entre quien como muchos de ustedes y como yo no tengo ningún compromiso con grupos que manipulan y se aprovechan de las necesidades de las personas.

Entre quienes han demostrado que no cumplen con proteger a los ciudadanos de los robos, la extorsión, los secuestros y los homicidios, y no han formado policías confiables y que den certeza a los ciudadanos, como ha sucedido en Coahuila, en Tamaulipas, en Veracruz y Nuevo León. O, por el contrario, entre quien como yo y miles de mexicanos no voy a pactar con los criminales y no me voy a rendir, porque no rendiré a sus familias.

Entre quienes no pueden comprometerse con una educación de calidad, porque están aliados a los líderes que se oponen a la evaluación y la transparencia, porque saben que pierden poder y privilegios; y, por el contrario, entre quienes hemos demostrado un compromiso real por el futuro de los niños y jóvenes de nuestro país.

Nunca me rendí y nunca acepté supeditarse a ningún chantaje. No lo hice como Secretaria de Educación, menos lo haré como Presidenta. No me rendiré, porque sé que la educación es fundamental para la paz y para la productividad.

Entre quienes han violentado a las instituciones y han entregado los espacios a grupos que lucran con las demandas de la población y se enriquecen con obras; y, por el contrario, entre quienes como la mayoría de los mexicanos y yo no tengo ningún compromiso con grupos que manipulan y se aprovechan de las necesidades de las personas.

Entre quienes prometen bajar los precios por decreto y subir los sueldos por decreto; y, por el contrario, entre quienes sabemos claramente que la riqueza social se construye con responsabilidad, inversión y productividad. Por eso es tan importante decidir bien este 1º de julio.

Sí soy diferente, porque soy libre, porque vengo frente a los ciudadanos sin ataduras ni compromiso alguno; porque no respondo a ningún grupo de privilegio ni tampoco de prebenda alguna. Soy libre para ser una Presidenta que gobierne solamente para los ciudadanos; soy libre y tengo la fuerza y el valor para hacer lo correcto.

Y porque soy libre quiero que México sea libre para todos los mexicanos y no solamente para algunos. Un México libre es un México donde logremos superar la pobreza; un México libre es donde vamos a reconstruir la paz; un México libre es un México mejor educado.

Un México libre es donde abrimos la competencia en sectores estratégicos; un México libre es donde se le da al ciudadano y se le reconoce el poder de la reelección, para decidir en las urnas qué político se queda y qué político se va.

Un México libre y los mexicanos libres son aquéllos que pueden confiar en la procuración y en la impartición de la justicia. Este es el México libre al que yo convoco hoy a todas las mujeres, a los hombres y a los jóvenes; a los de mi partido y a los de otros partidos que quieran un México sin ataduras.

Porque no estoy aliada ni dependo de quienes se aprovechan de privilegios y prebendas; porque no estoy aliada a políticos corruptos y que han abusado desde la opacidad; porque tengo palabra y la cumplo; porque no digo una cosa un día y al otro día una cosa diferente.

He sido congruente porque, como las mujeres mexicanas, sé enfrentar las adversidades y nunca me he rendido y no me rendiré.

Porque, como las mujeres mexicanas, sé que todos tenemos algo que dar y algo mucho qué recibir.

Sabemos ser compañeras, impulsar a todos a lograr lo mejor de ellos mismos. Sabemos construir hogares y
sabemos ser generosas también. Tenemos valor, tenemos decisión, pero también creemos en el diálogo y en la urgencia de una agenda de reconciliación para el país.

Como mujeres en nuestro actuar nunca procede el “yo” frente a los otros. Sabemos que todos necesitamos de todos; de las diferencias que enriquecen la convivencia.

Ser diferente no es competir a ver quién dice mejor las cosas; ser diferente es hacer lo correcto, y para mí hacer lo correcto es hablar con verdad y es lograr que todos los mexicanos tengan márgenes de libertad que solamente da el apego a la ley, un gobierno fuerte, un sistema de justicia honesto y, por supuesto, la certeza de que la ley se aplicará sin privilegios y también sin prebendas.

A este es al México que convoco hoy desde Sinaloa, desde la tierra de Maquío, a que movamos las almas y salgamos a cualquier trinchera, a nuestras escuelas, a nuestros hogares, a nuestras plazas públicas no en contra de alguien; a favor de la libertad, a favor de la democracia, a favor del poder de los ciudadanos.

Y que advirtamos a los jóvenes cómo era México hace 20 años, y que recordemos la represión autoritaria que había frente a la libertad de expresión. Hoy es importante que quienes vivimos ese México se lo contemos a nuestros hijos, y hoy es importante que los jóvenes -como lo han venido haciendo- no se rindan nunca.

Yo tampoco me rendiré y estoy segura que México jamás se rendirá.

Gracias a todos ustedes.

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