En un hecho sin precedentes,
la Administración del Presidente Felipe Calderón ha invertido tres veces más de
lo que se destinaba al rubro de Fortalecimiento Institucional para seguridad
pública, otorgados a través de fondos y subsidios, cuyo monto total en el
sexenio fue de 88 mil 852 millones de pesos, mientras que en el anterior fue de
32 mil 135 millones de pesos.
Para alcanzar niveles de verdadera consolidación en
materia de seguridad pública, procuración e impartición de justicia y de
legalidad en México, es indispensable que se siga trabajando e invirtiendo en
el fortalecimiento institucional, en la reconstrucción del tejido social y en la lucha contra la
delincuencia.
Hago un llamado a las entidades federativas a
redoblar sus esfuerzos para cumplir con su obligación legal de evaluar a sus
policías, pues en enero próximo vence el plazo acordado en el
Consejo Nacional de Seguridad Pública (CNCP) y establecido en la Ley.
No hay
justificación para que algunas entidades no hayan evaluado en su totalidad a
sus elementos policiacos pues ha habido recursos, asesoría y acompañamiento de
las autoridades federales a los estados.
Advertimos a muchas entidades que están cerca de lograrlo,
otras que ya lo hicieron, el Gobierno Federal lo ha logrado, entonces no hay
justificación hoy en día para no haber evaluado al cien por ciento a sus
elementos.
Entidades como el Estado de México,
Tamaulipas, Jalisco, Chihuahua y Quintana Roo aún no han alcanzado ni si quiera
el 40 % en sus evaluaciones de control de confianza.
Se hace un llamado a las
entidades federativas a acelerar el proceso de depuración de sus corporaciones
policiacas, pues a nivel nacional, de los 49 mil 870 policías que no han
aprobado los exámenes de control de confianza, sólo 10 mil 049 han sido
depurados.
Por ello mi llamado a los gobernadores, a los presidentes
municipales, para que elemento evaluado que ha sido no aprobado, sea cesado de
inmediato del servicio de policía o de seguridad pública, porque si bien es un
avance importantísimo para la sociedad conocer quiénes son los elementos aptos
y no aptos, lo fundamental es que los no aptos no estén sirviendo en las
corporaciones.
El Gobierno Federal encabezado por el Presidente
Calderón emprendió desde el principio de su administración, una labor
histórica, compleja y postergada durante muchos años, pero que hoy está viendo
importantes resultados.
Es indispensable que para alcanzar niveles
de verdadera consolidación en materia de seguridad pública, procuración e
impartición de justicia y de legalidad en México se continúe trabajando en la
lucha contra la delincuencia, el fortalecimiento institucional y la
reconstrucción del tejido social.
Es alentador atestiguar que el gobierno electo ha expresado en
múltiples ocasiones su compromiso de dar continuidad y seguimiento a los
principales programas y estrategias de las que hemos dado cuenta este día.
El Gobierno Federal tiene la convicción de que
también la sociedad será un actor fundamental en esta continuidad, pues todos
los programas y reformas han sido construidas con el concurso de la sociedad,
sus organizaciones, sus representantes, las diferentes fuerzas políticas y las
autoridades locales sin excepción en estos seis años.
Estoy convencido de que la estrategia nacional de
seguridad pública debe continuar, no debe ser la labor de un sexenio ni de un
presidente ni de un gobernador, es un esfuerzo integral del Estado Mexicano y
de todos y cada uno de los ciudadanos que exigimos un país en paz y de
apego total al estado de derecho.
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