3 de marzo de 2012

Hay avances en seguridad, señala Alejandro Martí

Palabras del Presidente de “México SOS”, Alejandro Martí, durante la XXXII Sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública.

Primero que todo, a nombre de México SOS, señor Presidente, lo digo con gran gusto quizá a nombre también de la Red de Juicios Orales y todas las instituciones que venimos pugnando, empujando la reforma constitucional penal, saludamos con una alegría el acuerdo para fortalecer la infraestructura de seguridad pública y justicia.

Pensamos y sentimos como ciudadanos que estamos constituidos en una República representativa, democrática, federal, compuesta de estados libres y soberanos.

Es por eso que México necesita gobernadores estadistas, líderes que construyan en el tiempo instituciones sólidas, bien cimentadas sobre los pilares de la verdad, la justicia, la responsabilidad y la generosidad a favor de las comunidades y de los ciudadanos que los han elegido.

La reforma penal no es simplemente un cambio de procedimiento, es en realidad reconvertir el sistema judicial mexicano en verdaderas instituciones, para que de forma transparente, expedita y oral se genere en el país un verdadero Estado de Derecho.

¿Es de estadistas pensar en dejar un país donde los ciudadanos confíen en el sistema judicial?

¿Es de estadistas pensar en que hay que invertir lo necesario para tener instituciones policiacas en cada entidad federativa dignas de toda confianza?

Los beneficios de la reforma penal no se verán en términos de reducción de inseguridad sino en erradicación de la impunidad. La delincuencia disminuirá sólo cuando se conforme una policía confiable.

Sólo cuando se vive un Estado de Derecho los potenciales delincuentes verán que el cometer un delito tendrá un costo, tendrá como consecuencia cumplir con una condena en cárceles bien organizadas, en secciones adecuadas a los delitos cometidos y cumpliendo sentencias con orden y disciplina.

A los ciudadanos nos preocupa que muchas veces no vemos alineadas las acciones de todos los que integran el poder público hacia los intereses de la ciudadanía. Nuestra percepción es que los intereses más bien se alinean a los intereses de partido y eso nos tiene preocupados.

Debemos romper el círculo vicioso quizá empezando por el propio Poder Legislativo. Hay muchas unidades antisecuestro que no funcionan porque no tienen tecnologías para llevar a cabo su labor de manera eficaz.

Propusimos la ley de geolocalización que se aprobó en el Senado en 45 días, pero lamentablemente ayer cumplió 10 meses en la Cámara de Diputados y aún no ha sido aprobada.

Diez meses en la Cámara de Diputados, 10 meses que se traducen en 2 mil 252 secuestros, 61 secuestrados asesinados, sin tomar en cuenta los secuestros express ni de los migrantes; 3 mil 474 extorsiones telefónicas denunciadas y 6 mil 400 diarias que equivalen a un millón 721 mil llamadas.

¿Por qué frenar las herramientas que nos permitirán vivir más seguros?
Asimismo, nos preguntamos en dónde está el nuevo Código Federal de Procedimientos Penales.

Permanece en la Cámara de Diputados, en la Comisión de Justicia y no se entiende por qué casi cuatro años después y por mandato constitucional, el Código Federal no ha sido votado y aprobado.

Nosotros vemos que por un lado estamos urgiendo que cada estado implemente la reforma constitucional que se apegue al mandato, pero en la medida en que no tengamos el Código Federal de Procedimientos, estas implementaciones serán distintas en cada estado y eso nos preocupa.

Es urgente alinear los intereses de todos hacia la seguridad ciudadana, es urgente que pensemos que el proyecto de la reforma penal en su totalidad debe continuar no importando los cambios de gobierno.

Hoy es necesario alinearnos a los intereses de los mexicanos. Unidos, con altura de miras, seguramente lo lograremos. Unas palabras de Winston Churchill decían que el político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones.
Hace ya casi cuatro años tuve el privilegio de estar aquí con ustedes. En aquél entonces recuerdo que exigíamos muchas cosas. Hoy tenemos muchas cosas que hacer.

Es una gran diferencia de hace tres años y medio. Hoy tenemos modelos de la reforma, modelos policiales, modelos de las oficinas antisecuestro; muchas implementaciones que ya fácilmente las podemos tomar como actos de buena práctica y replicarlos a nivel de todos los estados.

Estamos muchísimo más adelantados que hace tres años y medio, de eso no me cabe la menor duda y lo quiero venir a confesar. Sin embargo, nuestra desesperación es que nos faltan quizá cuatro años para terminar con esto.

Al igual que hablamos de los diputados esos diez meses, en que hubo 2 mil 271 secuestros, yo digo: ¿Dentro de cuatro años cuántos ciudadanos seguirán sufriendo?

Me preocupa porque el sentido de urgencia que debemos tener debe ir en función de las próximas víctimas que habrá el día de mañana. Es por eso que no nos podemos permitir retrasar esto, debemos poner toda nuestra fuerza y todo nuestro poder en cada estado para que esto termine porque como estadistas, los ciudadanos veremos el día de mañana que serán obras precisamente para todos los mexicanos; obras que quizá no luzcan tanto como infraestructura pero sí lucen porque la familia mexicana, nuestros familiares y los ciudadanos estarán bien protegidos.

Es importante -y así lo propongo- que de ahora en adelante, en cada reunión se lleve un control pormenorizado de los avances de la implementación por cada estado de la reforma penal. Creo que es uno de los pilares y es precisamente la reforma más grande que ha tenido México en la época moderna.

Tenemos que darle esa importancia y darle un seguimiento no sé si bimestral o trimestral pero sí, tenemos que avanzar y caminar; tenemos que pasar a un sistema de justicia en el que todo mundo pueda confiar.
Quiero hacer notar que la incidencia delictiva en los estados en donde se ha implementado la reforma penal quizá la incidencia delictiva suba. No tengamos miedo a eso porque la cifra negra bajará seguramente.

No nos desesperemos por el hecho de que al implementar la reforma y tengamos mejores policías, veamos que de repente veamos más delitos a nivel nacional. Eso sería ser muy miopes.

Tenemos también que medir que el esfuerzo que se está haciendo es para que la ciudadanía confíe en sus instituciones, acuda a denunciar y es entonces cuando abatiremos esa cifra negra de impunidad que hoy es muy alta.
No tengamos miedo a la incidencia. Tendríamos que ver la incidencia delictiva, pero también marcar el esfuerzo y quizá medir la percepción ciudadana y la confianza en nuestras instituciones: Así solamente veremos que la realidad que estamos viendo era la realidad que no existía antes, porque a mucha gente le da pavor escénico ir a denunciar.

Hoy nuestra nación nos llama a la unidad para combatir el flagelo de la inseguridad de nuestras familias. La sociedad entera espera de sus gobernantes acciones alineadas a nuestros intereses, acciones de verdaderos estadistas para lograr un México seguro para todos.

Muchas gracias.

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